Just Keep Swimming: Alejandra Wer y el camino valiente de reconstruirse después del accidente

Quienes tenemos el gusto de conocer a Ale, sabemos que es una persona que siempre está contenta, bailando, cantando, riéndose de algún chiste. Y ha sido esta actitud ante la vida la que le ha ayudado a salir adelante.

Cuando Ale dice que su vida cambió en un segundo, no es una metáfora. El 9 de octubre de 2017, una lluvia inesperada y un carro que patinó bastaron para marcar un antes y un después. En este episodio de Límites Elásticos, nos comparte su historia por primera vez: desde el accidente, las operaciones y el dolor, hasta el amor, la reconstrucción y la fuerza de seguir adelante con una sonrisa.

Una parte de mí murió en ese accidente”... pero la que quedó aprendió a nadar en aguas muy profundas.

El carro de Ale después del accidente

Después de ser operada de emergencia por una fractura en la cadera y una hemorragia cerebral, pasó seis semanas completamente en cama. Pero al terminar ese periodo, le dieron la noticia que más temía: la operación no había funcionado. Le tocó empezar de nuevo. Una segunda cirugía, esta vez con prótesis completa de cadera, la dejó otros seis meses sin poder caminar. También perdió parte de la movilidad en el pie izquierdo.

“Fue un momento de muchísimo miedo, porque uno no ve la luz al final del túnel.”

Durante la recuperación, el apoyo incondicional de su mamá, su abuelita y su familia fue vital. Pero también lo fue su decisión de simplemente seguir nadando: “just keep swimming”, como dice Dory en Buscando a Nemo. Aunque el camino fue largo, Ale nunca dejó de empujar hacia adelante.

“Lo hice más por los demás que por mí. Pero al final, eso también se volvió mío.”

Hoy, Ale vive con dolor crónico, una diferencia de 3–4 cm entre sus piernas, y una movilidad limitada. Tiene una discapacidad invisible que muchas veces no se nota a simple vista, pero que la acompaña a cada paso. El dolor, el cansancio, la necesidad de planear rutas accesibles, el no poder correr ni subir rampas… todo eso sigue ahí. Y sin embargo, Ale sonríe. Tiene un emprendimiento de cuidado de mascotas y se describe como una mujer sociable, dulce y positiva.

“Ver lo lejos que he llegado es lo que me ayuda a reconectar con la alegría.”

Habla también del duelo de verse diferente en el espejo, del miedo a ser una carga, del estrés postraumático que apareció tiempo después. De cómo la terapia le ayudó, aunque llegó cinco años tarde. De cómo algunas personas no entienden porque “te ves bien”. Y de cómo otras, simplemente se rehúsan a aceptar la discapacidad porque no pueden soportar verte sufrir.

“Hay que aprender a no tener vergüenza de nuestras cicatrices. Las visibles y las invisibles.”

Este episodio es un recordatorio poderoso de que no todas las discapacidades se notan, que todas las personas merecen comprensión, y que la resiliencia a veces empieza con el simple acto de levantarse de la cama.



Si estás pasando por un momento difícil y necesitas hablar con alguien, Ale se pone a la orden con todo su cariño y escucha. Puedes contactarla por Instagram en @alewerp.



Escucha su historia completa en el podcast. 💛

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